17 Dec, 2017

Prólogo de Emanuele Rincón de Astorga a sus «Cantadas humanas a solo» (1726)

Publicado Por: Toni Pons Visitas: 5114

PRÓLOGO

Aunque la Música, no menos que todas las otras ciencias, sea, por lo que mira a su principal objeto, siempre la misma en cualquier País; no obstante, se observa que, o por la diversidad del método con que es tratada, o por la variedad de los genios de los que la profesan, ella difiere de un clima a otro notablemente. Y sin hablar de aquellos pueblos bárbaros, y a nosotros remotos, los cuales con ciertas extrañas modulaciones de sonido forman sus musicales conciertos, que a nuestro gusto parecen un puro desentono; aun entre las naciones más cultas de nuestra Europa, lo que a los unos parece artificioso compuesto de perfecta armonía es a los otros una estrepitosa y displicente disonancia. Quién en ellos tenga razón yo no lo sé, pero bien sé que los mejores Autores que han escrito de esta ciencia, reduciendo a la práctica de una bien ordenada melodía las reglas puramente teóricas de los antiguos Escritores, son o Españoles o Italianos. Y puede bien decirse que las composiciones Musicales publicadas de un siglo a esta parte en Italia y en España parecen, para decirlo así, formadas sobre el mismo modelo. Pero como quiera que en el estilo usado por los Autores de estas dos naciones, en composiciones graves y de Iglesia, se halle una perfecta semejanza, es cierto que no sucede lo mismo (sea cual fuere la causa) en las otras destinadas para la Cámara o para el Teatro, por cuyo motivo me ha venido al pensamiento conciliar, si fuere posible, una tal discordancia: moviéndome a ello el genio, que desde mis primeros años me indujo a aprehender por diversión esta ciencia, y el interés, que por impulso de la naturaleza tengo hacia ambas naciones: reconociendo por Patria no solo la Italia, donde tuve mi nacimiento, sino la España, donde le tuvieron mis predecesores.

Para poner en obra este designio, y dar una muestra de él, que vaya a la prueba de la experiencia, he compuesto estas Cantadas, adaptando la Música a las letras de ellas Españolas e Italianas con la mayor propriedad que me ha parecido convenir para la natural expresión de los conceptos; de manera que, aunque las unas sean traducciones de las otras, sin embargo se unan tan del todo con la Música, que unas y otras tengan por sí mismas visos de originales.

Para juzgar, pues, si he conseguido el fin de la propuesta idea, es necesario poseer una perfecta inteligencia de las dos lenguas, Castellana e Italiana: bien distinguir la diferencia de las frases proprias a cada una de ellas y hallarse con el gusto hecho a la Música de ambas naciones. A quien faltare alguna de estas condiciones será muy difícil el comprehender la dificultad de esta empresa; y mucho más el juzgar de ella con adecuado discernimiento.

Emanuele Rincón de Astorga